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Hace más de dos décadas, cuando se hablaba de Malasia, Tailandia, y otros países del sudeste asiático a quienes llamaban tigres del Asia, lo escuchábamos con cierto recelo, pues sabíamos que eran países que lograron un desarrollo acelerado. Pasaron de ser colonias aisladas a ser prósperos países y jugadores activos del tablero mundial. Es que en esos países se dio un fenómeno interesante, se transformaron en proveedores de la maquinaria industrial nipona, pero no de materias primas, sino de manufacturas menores fabricadas en estos países por empresas japonesas que luego eran exportadas al Japón para su montaje final. Con eso, los “tigres” lograron reducir el desempleo, fomentar el desarrollo y adquirieron el know-how industrial. Las ventajas para los japoneses de producir en estos países eran, la baja carga tributaria y la mano de obra económica, que permitían producir las piezas a un costo muy inferior a lo que costarían en Japón y con esto los productos finales japoneses lograban ser más competitivos a nivel global. El tiempo pasa, y las niñas bonitas de la economía mundial ya no son los países del sudeste asiático, sino los gigantes del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Estos son los nuevos motores de la economía mundial, que compiten a nivel global por sus respectivas tajadas de la torta económica, buscando cada uno con sus medios lograr eficiencia y competitividad. Y es en este nuevo escenario donde nuestro país, en especial, nuestra región debe ser capaz de adquirir un papel de mayor importancia, siguiendo el ejemplo de los tigres asiáticos, debe lograr transformarse en el proveedor de manufacturas menores para la maquinaria industrial de Brasil, hoy día la sexta mayor economía del mundo. Y aunque no lo crean, ya estamos iniciando ese proceso, desde las

plantas agroindustriales que procesan cereales y oleaginosas que alimentan a los animales que sirven de materia prima para los embutidos brasileños, hasta fabricas de autopartes que ya se han instalado en nuestra zona, una en Ciudad del Este, que proveerá a la planta montadora de la Volkswagen en Brasil y otra en Hernandarias que proveerá a la planta fabril de Hyundai. Esto es el inicio de la reinvención de Ciudad del Este y zona de influencia.

Re-inventarse tampoco significa abandonar todo lo que teníamos de mejor, definitivamente no, Hay muchos elementos que deben desarrollarse e instalarse en el país para que podamos hablar de un país con condiciones de un desarrollo de polo industrial. Paraguay sabe armar su mesita, su balcón, habilitar su salón comercial; comercializar a sus vecinos, pero el desafío ahora es fabricar, producir, generar e innovar; entonces pongámonos MANO A LA OBRA toda la sociedad de los departamentos limítrofes con las ciudades brasileñas y capacitar al mayor número de capital humano para poder saber CREAR, FABRICAR Y GENERAR NUESTROS PROPIOS PRODUCTOS Y SERVICIOS. Es el FUTURO, AYUDEMOS A CIUDAD DEL ESTE: ESTA CIUDAD SABE VENDER, SABE COMERCIALIZAR SUS PRODUCTOS… NECESITA APRENDER A FABRICARLO INNOVANDO DE LA MEJOR MANERA POSIBLE. Se está iniciando una nueva etapa para nuestro país, una etapa que promete y mucho. No la desaprovechemos.

Prof. Econ. Ovidio Benítez López

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